domingo, 23 de diciembre de 2007

Casi sin Avisar

Casi sin avisar, como la mayoría de las cosas 'Lindas' que nos ofrece la vida.
Así eran las visitas, las que hacía, en las que nos veíamos envueltos, casi siempre 'sin avisar'.

Recuerdo tardes de estar en casa, oír llegar el coche.
Sí, tuve la suerte de vivir en la época en la que apenas había un coche o dos en la calle donde vivíamos, y que además, no creo que llegaran a pasar ni diez coches durante el día.

Así que cuando llegaba el coche de mi padre, sabíamos a ciencia cierta, sin lugar a dudas, que se trataba de él.
Recuerdo que llegaba a casa, y antes de que pasarán 30 minutos, ya nos estaba invitando a salir, "a dar una vuelta". Lo único seguro es que íbamos a pasarlo bien, que volvíamos antes de oscurecer. El resto, era una incógnita, sabíamos que salíamos, que volveríamos, pero no teníamos ni idea de donde íbamos, a quien ibamos a ver.

Los días festivos, en los que nos invitaba a salir, la principal diferencia era que al tener un poco más de tiempo, "la vuelta era más grande", podíamos visitar a más "gente", o llegar a sitios a los que por la distancia, en otras condiciones no podíamos ir.

Así eran muchas de las tardes, en la época en la que tuve la suerte de vivir.

Al crecer un poco, al empezar a estudiar, teníamos menos tiempo, teníamos mas cosas que hacer.
Pero las tardes seguían siendo muy parecidas.

LLegaba, estaba un ratito, y preguntaba quien quería salir. Ya dependía de nosotr@s, de las ganas que teníamos de estudiar, de si eramos capaces de buscar una buena excusa para el día siguiente, cuando al preguntarnos en clase, no fuéramos capaces de responder.

Ya podía ser visitar a algún familiar, algún conocid@, ir a ver algún sitio nuevo, o solo salir a dar una vuelta, a pasar un rato en el coche, riéndonos, en ocasiones de la gente, a veces de nosotr@s.

Lo más lindo, es que todavía "queda gente así"
No, no soy la única persona que llega casi sin avisar, ni la única persona, que con apenas tiempo de ponerte unos zapatos te invita así:
"Salimos a dar una vuelta?, a tomar café?"

Como ya nos vamos conociendo, se que dependiendo de la hora, de si es día laboral o festivo, va a ser un café, relativamente cerca, o para tomarnos ese café, podemos estar antes horas y horas (hasta ocho horas recuerdo yo), recorriendo caminos, cogiendo atajos, en ocasiones avanzando, en ocasiones retrocediendo.

En ocasiones es solo un café, en ocasiones son unos cuantos los que llegamos a probar. En ocasiones encontramos bares chiquitos, casi casi de pueblo, donde paramos a tomar ese café, a tomarnos una cerveza, a probar algunos de los platos de comida "bien hechos", como debe ser.

Comprenden ahora porqué en ocasiones "llego" casi sin avisar.
Comprenden ahora porqué en ocasiones invito casi sin tiempo "Para ná".
Comprenden ahora porqué cuando me invitan, casi siempre digo que Si.

Cuantos recuerdos me traen estas invitaciones, "Casi sin Avisar"

No hay comentarios: